Ubicada en la península de Lucernilla, dentro de la bahía de Altata, Isla Cortés es un destino que deslumbra por su belleza natural. Este rincón de México ofrece una experiencia única para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en un entorno tranquilo y lleno de vida.
Playas y dunas para todos los gustos
Isla Cortés cuenta con más de 40 kilómetros de playas, repartidas entre el Mar de Cortés y la bahía de Altata. Sus playas son ideales para relajarse y practicar deportes acuáticos, rodeado de impresionantes paisajes. Además, las dunas de arena de la isla son perfectas para recorrer en cuatrimotos, raizer o vehículos 4×4, brindando una aventura inigualable.

Canales, esteros y manglares; ecosistemas diversos
La bahía y sus alrededores están salpicados de canales, esteros y lagunas estuarinas, creando un hábitat diverso y lleno de vida. En estas zonas, también se encuentran áreas protegidas de manglares y palmeras que son hogar de numerosas especies. Es el lugar ideal para los amantes del ecoturismo y la observación de fauna y flora silvestre.

Gastronomía local; un festín de sabores
Además de sus escenarios naturales, Isla Cortés es conocida por su oferta culinaria basada en mariscos frescos. Los visitantes pueden deleitarse con los sabores locales que capturan la esencia del mar y la tradición gastronómica de la región.

Isla Cortés, un destino completo para el turismo natural
Ya sea que busques relajación, aventura o contacto directo con la naturaleza, Isla Cortés ofrece una experiencia completa. La combinación de paisajes únicos y actividades al aire libre la convierte en un destino perfecto para explorar y disfrutar.